Mientras cosechas tus propios frutos….
Según la nutricionista María I. Cardona los alimentos saludables pueden estar al alcance de todo ser humano a medida que sean sembrados y cosechados en su localidad. A diario podemos escuchar que comer saludable (“orgánico”) es costoso, mas económico sale comerse un pedazo de pizza lleno de calorías huecas. Según María I. Cardona, “las evaluaciones nutricionales reflejan un pobre consumo de frutas, vegetales y cereales íntegros. Las principales condiciones de salud, entre ellas: diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares, cáncer, divertículos y gastritis, entre otras, están relacionadas en muchos casos a una mala alimentación.”
Mantener al día un huerto con las principales frutas y vegetales de consumo en el hogar se considera una de las alternativas principales para sobrevivir en tiempos de crisis económica. El tener un huerto en la casa no solo sirve para cosechar tu propio alimento, es una actividad que ofrece numerosos beneficios para el individuo o toda la familia, a continuación se estarán mencionando algunos de sus beneficios:
Económico:
100 % local: Los productos que consumirás en tu hogar serán 100 por ciento locales. De esta forma, te evitarías tener que salir a comprar e incurrir en gastos de gasolina.
Conectar con la naturaleza:
Observación de la naturaleza: La naturaleza es variada y casi infinita. Tiene de todos los colores y sabores. Mediante la observación se puede hacer un diario con dibujos y anotaciones periódicos de los cambios que se producen en el semillero.
Conocer, amar y cuidar de la naturaleza: Todo esto hará que los niños conozcan más la naturaleza y al conocer sus secretos harán que la amen más y se preocupen por cuidarla y conservarla, empezando por su entorno más directo.
Terapéutico:
Confraternizar- El hombre es un animal social, es capaz de construir relaciones con los demás por ejemplo familia, una amistad, una ciudad…. Este es capaz de compartir con otras personas.
Pasar tiempo en familia: Cultivar un huerto es una actividad para hacer en familia. Los niños de todas las edades pueden participar moviendo la tierra, regando o recogiendo los frutos. Todo el miembro de la familia puede participar.
Responsabilidad: Para mantener un huerto es necesario establecer las diferentes tareas que hay que realizar y asignarla a los distintos miembros de la familia. Es importante ser constantes y que cada uno se encargue de sus tareas ya que, en otro caso, no se obtendrán los resultados esperados y no habrá nada que cosechar.
Diversión
Vivir al aire libre: Tener un huerto es un trabajo diario, en el que los niños disfrutan y se divierten alejados de las pantallas. Se trata de una opción más de ocio para mantenerse distraído sin necesidad de videoconsolas o de ver la televisión.
Conectar con la tierra: A los niños le encanta jugar con tierra y con agua. Descubrirán que es una actividad divertida y llena de novedades. Al comprender cómo funcionan las cosechas se enraízan a la Tierra y toman contacto con el mundo.
Relajación
Reduce el estrés: En el huerto se viven momentos tranquilos y silenciosos, ya que no es una
actividad en la que sea necesario seguir un ritmo veloz, sino un orden sencillo y rutinario que va cambiando según la temporada. De hecho, se usa como terapia para personas mayores.
Paciencia: Siguiendo la línea de los beneficios contra el estrés, además de fresas o tomates, en un huerto se cultiva la paciencia. Para conseguir los resultados hay que esperar varias semanas, algo a lo que no estamos acostumbrados en la actualidad.
Satisfacción personal: Tanto los niños como los adultos sienten una satisfacción personal al recoger sus hortalizas y preparar la comida que ellos mismos has obtenido, al comprobar que todo trabajo tiene su fruto.
Alimentación saludable: El consumo de frutas y vegetales puede ayudar a diversas condiciones ya que estos tienen vitaminas, minerales, fibras y nutrientes que necesitamos. Entre los beneficios de consumir estos productos que podemos cosechar en la casa se encuentran:
Mejora los procesos digestivos y previene el estreñimiento
Mejora el sistema inmunológico y nos ayuda a prevenir enfermedades como el cáncer.
Se obtienen niveles normales de glucosa y colesterol en sangre. El consumo de frutas nos ayuda a controlar los deseos de consumir azúcar refinada.
Nos mantiene físicamente activos y nos ayuda a disminuir el sedentarismo.
Más frutas y verduras: las personas que cultivan sus propios vegetales suelen estar más dispuestos a probar éstos y otros alimentos procedentes de la naturaleza.
Frescura: Si tienes un huerto casero en el patio de tu residencia, lo que consumas será más fresco que cualquier producto que compres en el supermercado.
Adiós a los fertilizantes: Al ser tu propio huerto decides qué fertilizantes o pesticidas quiere utilizar. Quizás prefieras usar medios ecológicos y olvidarte de los agentes químicos para proteger las plantas.
Educación:
Todos los integrantes de la familia aprenderán sobre la procedencia de los alimentos y el proceso de cultivo. Además de que los menores de edad pueden identificar si por ejemplo los pimientos se recogen de una planta o de un árbol.
El ciclo natural: aprenden cómo funciona el ciclo de la naturaleza, comprobando cómo una semilla se convierte en una planta y cómo, en su caso, de ella se obtienen los frutos. También verá cómo afectan las estaciones ya que podrán darse cuenta de que las plantas necesita una frecuencia de riego diferente en verano que en invierno.
Cardona, M. El huerto casero y los beneficios para la salud. (2016). El Nuevo Día. Recuperado de: http://www.elnuevodia.com/suplementos/bienestar/nota/elhuertocaseroylosbeneficiosparalasalud-2234009/
